Muere para vivir
y vive para servir
porque no hay fruto sin espera
ni bondad sin recompenza
desciende hasta tu sitio
está donde están las aves
que llenan de color el paisaje
portan la voz del espíritu
que endulza con su sonido
su melodía enciende el sentido
que fortalece el camino a Cristo
penetra con ligereza
se escabulle con su amor en potencia
brotando en el manantial del alma
el agua que da vida nueva
No hay comentarios:
Publicar un comentario