miércoles, 3 de noviembre de 2010

Goura


Y el astro pintó de dorado el horizonte
algunas caprichosas formas bordeaban como acariciando
aquella finita linea separatista entre lo cercano y lejano

en el atardecer majestuoso del Bagan de un planeta altruista
la celestial maravilla anunciaba la partida del disco anaranjado

Mas si el silencio es quebrantado y despista la visión
solo es justificado por el sonido del éter
que cauteloso y humilde también se postra ante el sol
aquel que día tras día bromea jugando a las escondidas
junto a las dichosas nubes que adornan al sumo señor

Sin duda refleja la mirada del eterno creador
tan emotivo es el acontecimiento de adoración
que los colores se transforman en sensaciones
y en un modo apaciguado, al mirar el cobrizo atardecer
mi gusto se deleitó con el exquisito sabor de la miel.