miércoles, 23 de marzo de 2011

Reedificar


Así como la noche le llega al día
la confusión de la opacidad
se estableció por encima de la claridad
porque por momentos el conformismo de lo caído
se disfraza del una aparente felicidad

la razón tan olvidadiza no recuerda la bondad
la realidad donde uno con otro crecían a la par
renuncia por amor, reflejo de la divina luz
las relaciones humanas en la plataforma superficial
llenaron de vacío los seres del planeta azul

la hostilidad enmudeció nuestros vulnerables corazones
impidiéndonos radiar lo que recóndito tenemos
viendo como utópico un entorno perfecto
un sentir interno que en incertidumbre pone en manifiesto
las explicaciones de nuestras buenas y malas acciones

la competencia y falsedad son vistas como cualidad
el egoísmo ciega las mentes que solo desean disfrutar
aun a costa de aquellos seres que son en esencia igual
pero el fanatismo consumista en rangos nos dividen
volviéndonos por fuera rocas y por dentro susceptibles

así como la noche le llega al día
la sombra descansa en nuestro hogar de animas
persuadiendo el camino pedregoso optando las vías rápidas
de forma similar como una nube cubre al sol
un día dejamos de ver al faro del corazón

se enloda y abate el inocente espíritu
cuando domina la errada pasión
incertidumbre y dolor se apoderan del templo interior
meticuloso y audaz es el mal que al mundo domina
sin embargo la voluntad mantiene firme a un alma limpia

decorando esa invisible sustancia esencial
debemos dedicar de entera nuestra vida
sin calculo, tener la docilidad como amiga
para que por dentro reluzca el pequeño espacio
que inalterado para Dios tenemos guardado

pretenciosa y detallista se debe volver el alma
al volver impecable nuestro ser y recurrir a toda gracia
valuada en regocijo, pulcritud y alabanza
así la sabiduría penetrará en tu razón
y el preciado amor se multiplicara por dos

la vida misma será delicia de tu espíritu
bocanadas de verdad dirán ¡es la luz que precisaba!
bondad y compasión avanzaran al unísono
y mientras la pureza nos guíe a su modo
volveremos al niño que de verdad amaba.

Pureza en la renuncia


Despistado vagabundo que se intrinca en la solitud de un sacro lugar
malogrado destino pero afortunado en su tramo final
mas que importa una penumbrosa vida si en la meta del camino lo recibe la luz
tan efímera como la existencia de una mariposa es esta senda material
que en su trabajo arduo de belleza se despista en mediocridad
solo unas pocas horas disfruta de su ansiado vuelo
y luego ese aparente solido cuerpo desaparece como todo lo existente
mas este vagabundo en su caso opuesto tiene alas en lo eterno
vagabundo material mira como brilla tu sendero espiritual
porque tu renuncia reluce en la cúpula dorada del magnánimo celestial
viertes chispa que encandila con una penetrante mirada de paz
porque no te dejas llevar por la locura del aparentar
simple y sencillas suenan las campanillas de tu corazón
que prodigioso es el sentir que emanas
porque en la parcela de tu interior tienes sembrados rosales
de relucientes y derivados colores, mas el aroma es lo que atrapa
escoltado por el sonido de violines y armoniosas arpas
bien custodiada tienes esa seguridad sustancial
porque incluso hasta al ver nuestros rostros una sonrisa das
te compadeces de nuestras realidades
porque aun no nos podemos del todo rendir
pero como es posible no rendirse a la plena felicidad?
si! tan condicionados somos, anhelamos el metal vil
en vez de recoger el cristal de la verdad espiritual.

lunes, 14 de marzo de 2011

Amor espontaneo



Exquisita belleza
de detalles majestuosos
allí permaneces Oh María!
en el altar del paraíso
en el eterno servir
a tu amado Jesucristo
inspirando lo semejante
a tus humanos hijos

en tu infinita piedad
nos acercas al Sumo Rey
y quienes dichosos te sirven
lo reciben a El también
al estar colmado de benevolencia
todos lo pueden beber
no es posible que un alma
eluda tan elevado bien

vive en nuestros corazones!
haz que en él brote Tu don
deleitables aromas de flores
decoran tu forma de amor
con dulces intervenciones
y con grandioso esplendor
Tu vienes Oh dulce Madre
de blanco y celeste color

Tu castidad decorada de estrellas
los celestiales contemplando admiran
la creación es en ti es la mas bella
el majestuoso deleite predomina
a su vez te inunda el dolor
lágrimas y desilusión ...
hasta última instancia
advirtiendo por nuestra salvación

hacia tu tierno corazón
a tus caídos hijos llevas
nos abrazas con Tu maternidad
para darnos vida nueva
aborreces lo que nos daña,
nuestra conversión siempre esperas
y en tus ojos se refleja
el cielo de quienes a Dios se entregan

depositas en nosotros
mas esperanza de la que meritamos
porque un mil veces antes que la luz
elegimos extraviarnos
Madre eres tan grandiosa!
los ángeles se rinden a tus pies
máxima expresión de dulzura,
carisma, vida y doncellez

brinca de amor el reino espiritual
cuando se realiza tu invocación
en tu perpetuidad abrazas
la ternura de nuestro salvador
tal dedicación con suavidad
incomprensible al plano material
solo un lenguaje de bondad
se deleita con tal emoción

como la enredadera cubre al árbol,
embelleces el cielo en pleno nivel
como las hojas que la decoran
los santos acompañan tu ser
cuan magnifica piedra preciosa
eres la devota más fiel
cuantos meritos han de haber hecho
quienes te pueden tener!

entre los turquesas y esmeraldas
de los bosques de la calma,
tu sonrisa se destaca
bello empíreo sitio
donde en un perpetuo vivir
resuenan extasiadas alabanzas
y en dulce adoración y servir
el Salve Reina sobresalta

así tu inspiración principal
es el exaltado afecto por Dios
majestuosa te ves escoltada
por las nubes de la oración
con corona y manto puro
el cielo nos traes en porción
emperatriz de la sencillez,
dulzura y energía a la vez

timidez y presencia,
bondad y belleza
cualidades trascendentales
hacen de ti el máximo arte
inspiras la humildad
para que no desfallezca
afortunados al poder apreciarte
aunque sea solo en parte

Tus dulces palabras llegan
a residencias de peregrinaje
dichosos lugares trascendentales
donde el amor es inconmensurable
semilla que plantas y riegas
para que las almas se arrepientan
donde por tu misericordia dejas
los vestigios de infinito néctar.